Al suroeste de Marruecos vive el argán, del que se extrae uno de los aceites más valiosos del mundo, que la población bereber ha utilizado tradicionalmente para el cuidado de la piel y el cabello. Rico en ácidos insaturados y vitamina E, suaviza e hidrata la piel, refuerza su capa protectora y tiene un alto poder antioxidante.