La flor de sal se produce en los atardeceres como una delgada capa sobre la superficie marina. La lluvia y el sol crean esta maravillosa cristalización recogiendo los aromas de los vientos cargados de fragancias marinas aromáticas, herbaceas, suavemente especiadas. Huele a arena, a viento y a sal. Nota de salida de salvia, tomillo salvaje y lima, que suavemente se impregnan de notas de algas, raíces de vetiver, y el toque salado de las semillas de ambreta, con el fondo de cuero y almizcle.