En diversos rituales y ceremonias esotéricas es común el uso de velas. Pueden ser una de las herramientas más útiles no sólo para crear un buen ambiente, por ejemplo, para yoga o meditación, sino que podemos usar sus dotes para conseguir cosas en específico

Quemar velas con fines espirituales y esotéricos es una medida que data desde tiempos ancestrales. Desde la invención de las velas, hay gente que cree que prender una simboliza una conexión entre el mundo físico y el espiritual

Cada color de una vela puede simbolizar algo distinto, por lo que debes conocer bien qué hay detrás de ellas para saber cuál te conviene más prender en un ritual, petición o ceremonia esotérica.

No es complicado adivinar que el rojo suele ser el color del amor y la pasión, y es justamente como se traduce a las velas. Son las indicadas para todo tipo de petición, ritual o misión que involucre peticiones de nuestro corazón. El rojo es el color del corazón, del órgano que nos da vida. Una vela de este color apelará a todo lo vinculado con nuestra salud y fortaleza, principalmente física.

El rojo también se relaciona con el elemento del fuego, con las llamas de la pasión. Invoca los poderes del elemento y por ende fortalece a los signos relacionados con él, Aries, Leo y Sagitario.

Pero además, una vela roja está relacionada a todos aquellos aspectos que realzan y potencian nuestras características físicas, los llamados de nuestro cuerpo, los anhelos materiales de los humanos, como la invocación de fuerza, autoridad, juventud y poder.

Las velas rojas también son muy utilizadas para fomentar el valor en una persona que va a afrontar algún peligro o alguna prueba decisiva en su vida.

Por supuesto, también está vinculada con la sexualidad, con la pasión, la lujuria, el deseo carnal, la búsqueda de la satisfacción de nuestros deseos carnales y primitivos. Aumenta nuestra libido, hace hervir nuestra sangre y potencializa nuestra sensualidad.

Al estar relacionada con la sangre, además de representar la fuerza y poder, simboliza también una lucha, ese deseo de vivir superando dificultades e iniciando nuevos proyectos y de conseguir nuestros objetivos.

Por eso mismo, con sus poderes de regenerar y recircular fuerza y energía, así como de mejorar la confianza en nosotros mismos, nos fomenta a dar lo mejor de nosotros para enfrentarnos a cualquier situación y salir airosos con el mejor resultado posible.

Como es símbolo de vida, pasión y fuerza, también son muy utilizadas las velas rojas para activar y regenerar cualquier cosa que esté estancada o que parecía "muerta" en nuestras vidas, como alguna relación o esperanza, por ejemplo.

Así que, más allá de puro amor y romance, el poder de una vela roja es más que eso. Aumenta la autoconfianza, es ideal para personas indecisas, confundidas y que buscan cómo aumentar ese poder y voluntad interior para conseguir lo que quieren.

Así que una vela roja, además de simbolizar pasión y amor, también te lleva a tener valor, coraje, energía, vitalidad, fertilidad y poder personal.